Y con este título tan poco alentador, comienza esta historia.

Estarás pensando “¡qué pesimista hija! Seguro que no fue para tanto…” Sigue leyendo y compruébalo por ti mismo/a.

¿Las huelgas en los aeropuerto? – Como dirían en el spot de Danacol (y no, no me están pagando por mencionarles)- ¡Poca broma!

Esta historia comienza con una huelga del personal de equipajes en el aeropuerto de Bruselas el día 26/10/18 a las 08:00 h.

Nuestro vuelo salía desde Madrid (Barajas), ese mismo día con destino a Bruselas a las 10:00 h. Lo que no sabíamos es lo que se nos venía encima…

Llegamos al aeropuerto, como personas previsoras, con 2/3 horas de antelación. Esto quiere decir, que si nuestro vuelo salía a las 10 a.m., desde las 7/8 de la mañana ya estábamos allí, ansiosos por poder volar. Súmale una hora de metro para llegar al aeropuerto desde donde vivíamos, pues llevábamos en pie desde las 5 a.m.

Aquí se empezó a complicar la cosa…

Todo correcto, sino fuera porque a 20 minutos de salir nuestro vuelo, habiendo facturado, pasado los controles y todas las burocracias propias de los aeropuertos, vemos en la pantalla que aparece “vuelo atrasado”. Bueno, en principio, esto no es un gran problema, estas cosas son muy frecuentes…

Pasa una hora, y aparece de nuevo “vuelo atrasado”. Nos empieza a parecer raro, preguntamos por allí, pero el personal nos dicen que no saben qué pasa, que esperemos. Una hora después, “vuelo cancelado”.

WHAT!!?? ¿Cómo que vuelo cancelado? ¿Pero qué está pasando aquí? Desde el mostrador (odio los mostradores) nos dicen que no saben, pero debe haber algún problema en Bruselas por el que no se puede volar en las próximas horas. Así, sin más explicación, te quedas sin poder volar… La avalancha de gente con ganas de reclamar y hacer preguntas os la podréis imaginar.

Finalmente, nos dicen que podemos comprar el próximo vuelo que salga hacia Bruselas al final del día y hacer la reclamación para recuperar el importe del anterior.

SPOILER ALERT: Como veréis en la imagen de este post, finalmente llegamos. Si queréis saber cómo, seguid leyendo…

¿Pero qué está pachando?

Como sabréis, comprar unos billetes para viajar el mismo día que quieres viajar, baratos no son. Pero ya teníamos todo el itinerario preparado de los días, hoteles pagados y mi hermana, la persona que íbamos a visitar, esperando en Bruselas. Así que, bajo nuestra inconsciencia y la poca información que nos estaban dando desde la compañía, pensamos “hemos venido a jugar” y nos compramos otros cuatro vuelos para volar ese mismo día al final de la tarde, y al menos poder estar allí por la noche.

Después de todo el día esperando en el aeropuerto, por fin, se acerca la hora de nuestro segundo vuelo hacia Bruselas. Y como si de un deja vu se tratase, empezamos a vivir lo mismo que habíamos vivido unas horas antes en el vuelo de la mañana. “Vuelo atrasado”… y a los pocos minutos “vuelo cancelado”.

VALE, VALE, como broma ha estado muy bien, pero ¿dónde está mi cámara? No lo podíamos creer, nos habían cancelado el segundo vuelo del día. Hablamos de nuevo con la compañía y nos dicen que les han llegado informaciones desde Bruselas, el problema es que han montado una huelga en el aeropuerto de allí y no se podrá viajar durante los próximos días. ¿Pero qué me está contando señora? ¿Y esto nos lo dice ahora?

Reclamaciones varias, llantos varios, caras de cansancio, un montón de dinero perdido… y lo peor era que no podíamos volar, y no sabían cuándo podríamos hacerlo.

Pensemos un plan B

En este caso la compañía respondió mejor y nos ofreció la posibilidad de volar hasta Ámsterdam con los billetes que ya teníamos comprados y ponernos un hotel para esa noche. Después desde Ámsterdam hasta Bruselas, el transporte ya debía correr de nuestro bolsillo, perdíamos un día y una hermana que se había trasladado hasta Bruselas para recibir a una familia que todavía no sabía cómo, ni cuándo iba a llegar.

Después de todo el día en el aeropuerto, decidimos resignarnos e irnos a descansar al hotel al lado del aeropuerto, para coger fuerzas por si al día siguiente, podíamos volar hasta Holanda.

Continuará… porque como os podréis imaginar, este solo era el principio.